Buscando ese "No se qué" que me hace falta...

La semana pasada... iba caminando por la calle, había tenido un mal día, trataba de que me contestaran el teléfono en casa y nada... el famoso "buzón de voz" cada vez me provocaba mas y mas rabia. ¿Para qué tienen teléfono si no van a contestar? -pensaba cada vez que escuchaba la voz del contestador.
Apoyé mi espalda contra una muralla, e intenté llamar un par de veces mas, necesitaba avisar que los tramites no habían salido bien... Comenzaba a frustrarme, e incluso ya estaba comenzando a pensar en las palabras que usaría para demostrar mi enojo al llegar a casa... y justo en ese momento, pasó una niña de unos 7 años a mi lado, caminando tranquilamente, tarareando, mirando el cielo. Llevaba el pelo suelto y liso hasta un poco mas abajo de los hombros y usaba un vestido blanco con lunares. Se detuvo a unos metros de distancia de mí y me observó por un rato. Se reía y trataba de disimularlo. Me hizo gracia y le devolví la sonrisa mostrando simpatía. Me observó unos segundos mas y luego se agachó y arrancó una flor que crecía en la vereda, se acercó a mí y me la regaló con la misma sonrisa de antes. Yo estaba perpleja, nuevamente con una sonrisa, agradecí el precioso regalo, ella parecía satisfecha y se fue corriendo, mientras continuaba con su tarareo. Parecía un milagro, parecía mágico, me recordó lo que realmente importaba, ya no estaba enojada, me había arreglado el día... y esa flor, todavía la conservo, aunque ahora está marchita, pero de todas formas la cuido como a un gran tesoro. Esa flor me recuerda la risa de la pequeña, me recuerda mi infancia, me recuerda que a pesar de todo siempre tengo que sonreír, y además me recordó que los pequeños detalles a veces valen mucho mas que cualquier otra cosa.