martes, 1 de octubre de 2013

Cinco minutos

“Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”
Era un día cualquiera, me levanté, me duché, preparé mi desayuno, vi las noticias en la televisión mientras terminaba mi café, que horrible café, debí haber comprado el de la otra marca. Dejé todo en el fregadero, estaba lleno de platos sin lavar. ¿Qué más da? Los lavaría después. Busqué mi chaqueta, tomé mis llaves, caminé por los pasillos de mi departamento, llegué al ascensor, presioné el botón que me llevaría al piso 1. Bajé 2 pisos, subió una señora, esta señora me tiene harto, todas las noches discute con su marido, se escuchan sus gritos desde mi habitación, luego se escuchan 2 portazos, y luego no se escucha nada, lo mismo casi todas las noches, se bajó en el 6to por suerte, luego continué sin interrupciones hasta el 1ero. Salí del ascensor, maldito ascensor, odio los ascensores, que suerte que no soy claustrofóbico. Saludé al guardia del edificio, le desee un feliz día, sentí sumamente miserable, porque mi día iba a ser miserable, no soy de las personas que teman demostrar el desprecio hacia quienes no le caen bien, pero me pregunto… ¿Hay algo de mi vida que de verdad me guste? ¿Hay algo que me haga feliz?
Mientras conduzco hasta el trabajo, por el mismo camino de siempre, observo las tiendas abrirse, a la misma hora de siempre, las mismas personas de siempre, el tráfico… el mismo de siempre… es la rutina. La estúpida y aburrida rutina… todos los días iguales. La oficina está en la otra esquina, miro mi reloj, tengo tiempo de sobra para llegar, ordenar un poco y revisar mi email con calma, luego podré trabajar hasta la hora de almuerzo. Creo que hoy comeré algo liviano, una ensalada o un sándwich… ojalá pueda encontrar pan integral… no me gusta el pan blanco. Espero encontrar un restaurant bueno cerca, todos los que conozco por aquí son un asco, y mejor no hablemos de la atención… terrible.
Al fin llegué a la oficina, al maldito ascensor otra vez, 15 pisos… son casi 5 minutos en el maldito ascensor, 10 si alguien sube. Maldición, subió alguien… es una chica rubia de lentes que nunca había visto antes. Tal vez es la nueva empleada, por su traje me imagino que va a trabajar reemplazando a la secretaria. –Se ríe en su mente- Pobre chica, la van a tener todo el día para los mandados.
Yo: A que piso va?- Pregunté amablemente.
Ella: Al piso… -Revisa un papelito- Al decimoquinto…
Presioné el botón con el n°15… iba al mismo piso que yo… que sospechoso… Se quedó observando el panel con los botones… ahora me mira…
Ella: Disculpe… ¿usted también va al piso n°15?
Yo: Si… -Respondí, sin saber que mas agregar.
Me miró confundida, como si esperara algo más. Yo simplemente guarde silencio y aparté mi mirada, odiaba esos momentos tan incómodos.
Llegamos al piso 15, yo salí primero. Sé que podría parecer grosero no dejarla salir primero, pero estaba desesperado por llegar a mi oficina, además me sentía demasiado incómodo en ese pequeño ascensor con esta chica que ahora que lo pienso me hacía sentir extraño. Al llegar me sentí aliviado, relajado, me quité mi chaqueta y despejé un poco mi escritorio, justo cuando estaba por revisar mi email, el jefe me llamó a su oficina. Qué extraño… él nunca hace algo así. Salí contra mi voluntad de mi oficina y caminé hasta la oficina de mi jefe. Por suerte me quedaba en el mismo piso. Toqué la puerta…
Jefe: Pase…- Se escuchó desde adentro.
Abrí la puerta lentamente…
Yo: Permiso…-Dije antes de entrar completamente
Jefe: Adelante Vázquez… -Dijo mi Jefe… odio cuando la gente me llama por mi apellido.
Al entrar la vi. Era la chica del ascensor. Ahora que le prestaba más atención, era muy linda. Estaba vestida con ropa de oficina, esas típicas blusas blancas ajustadas y esas faldas cortas que aunque no lo queramos admitir, a muchas les quedan espectaculares. En esta ocasión fue así. Esa ropa le quedaba genial. Miré su rostro con disimulo. Ella era castaña clara, casi rubia, de piel blanca, pecas, labios carnosos, ojos verdes y unas pestañas larguísimas. Ahora que la miraba bien… era preciosa.
Yo: Bueno señor… ¿para qué me llamaba?
Jefe: Te quiero presentar a Emilia… -Señaló a la chica- Hace unos meses atrás me dijiste que te hacía falta alguien que te ayudara con los papeles y otras cosas… y bueno, siempre has sido un muy buen empleado así que la contraté para que te ayude. Emilia, él es Nicolás Vázquez…
Emi: -Me dio la mano- Mucho gusto señor Vázquez…
Yo: Encantado… -Fue muy extraño, de verdad estaba encantado-
Jefe: Bueno… ahora Nico te voy a explicar lo de las próximas reuniones, creo que no habían quedado claras las fechas, Emilia por favor pon atención que es importante para que te integres más rápido al ritmo de acá…
Mi jefe comenzó a hablar. Estuvo como 5 minutos hablando sin parar de cosas que no me interesaban, mostrándome papeles y anotando cosas en los calendarios. Me fue imposible concentrarme. Miraba a Emilia a cada segundo. Tenía una belleza hipnotizante. Mientras la observaba pensé tantas cosas… pensé en a la salida tratar de entablar una conversación, conocernos mejor. Quizás a la semana siguiente invitarla a tomar un café. Formar una relación de amistad. Ir de apoco enamorándola. Con pequeños detalles. Hacerla sonreír, tratarla con ternura. ¿Me estaría volviendo loco? Después de un tiempo, le confesaría todos mis sentimientos hacia ella y le pediría que fuera mi novia. La besaría todos los días, cada vez que pudiera, solo la haría feliz. Si todo fuese bien, sin dudarlo le pediría su mano. Tendríamos hijos, viviríamos juntos y felices hasta viejos. Mi vida miserable se vería radicalmente terminada por la dulzura de esta mujer que tenía frente a mí. Solo bastaba con intentar hablar con ella, intentar ser positivo, sonreír… ¿Quién sabe?  Lamentablemente todo esto solo formaba parte de mis pensamientos y de mi loca imaginación. Mi jefe chasqueó los dedos frente a mi cara para hacerme reaccionar y regresarme al planeta tierra.
Jefe: Vázquez… ¿Estás acá con nosotros? Tierra llamando a Vázquez…
Yo: -Pegué un salto- Si, si, si, lo siento…
Emi: -La vi sonreír y la escuché reír suavemente, era tan encantadora-
Jefe: Bueno, no tengo tiempo de repetírtelo de nuevo, dile a Emilia que te explique así se conocen mas… se pueden retirar…
VINGO! Era la escusa perfecta para hablar con ella. Salimos de la oficina del jefe y la conduje a la mía. Esta vez le abrí la puerta y la hice pasar primero. Ella agradeció el gesto con una sonrisa. Así comenzó todo… empezamos a trabajar a diario. De a poco nos íbamos conociendo, sin embargo, yo estaba completamente intimidado por los sentimientos que ella me producía cada vez que se me acercaba. Aún no había sido capaz de invitarla ni siquiera a un café en el primer piso del edificio.
Hasta que llegó el día en el que me decidí a invitarla. Antes de hacerlo, me puse frente a mi estante que estaba repleto de libros y saqué uno al azar. Siempre me había relajado leer. Lo abrí en una página cualquiera y leí: “Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”. Es curioso, esa frase me hizo pensar en ella. Me hizo pensar en todas las cosas que me imaginaba cuando la miraba, en todas las cosas que soñaba cada vez que me dormía pensando en ella. Aquel día en la oficina de mi jefe había soñado justamente toda una vida con ella en unos pocos minutos. Cerré el libro con una sonrisa, dispuesto a salir y enfrentarme al torbellino de emociones que empezaría cuando ella me dirigiera la palabra. Sin embargo… algo cambió mis planes… Alguien golpeó la puerta…
Yo: Adelante!
Emi: -Asomó la cara sin abrir la puerta completamente- Nicolás, puedo pasar?
Yo: -Me puse nervioso automáticamente- Si Emi, adelante…
Emi: Permiso… te traigo en esta carpeta… -la puso sobre el escritorio- las fotocopias que me pediste, me tardé porque tuvieron que recargar la tinta de la fotocopiadora…
Yo: Descuida… muchas gracias…
Emi: Bueno, cualquier cosita me llamas… -Caminó hasta la puerta y antes de irse se volteó y me miró dubitativa y con timidez- Emm…
Yo: Si??
Emi: Nicolás… me preguntaba si… te gustaría que saliéramos a tomar algo hoy en la salida… un café o algo… te gustaría?? –Sus mejillas se encendieron levemente-
Creo que en ese momento mi corazón, mi cabeza, mi estómago, cada partícula de mi cuerpo estaba en explosión. No pude evitar sonreírle ante esa propuesta.

Obviamente… acepté la invitación.




Nunca, amor de mi vida...

Aunque era casi una rutina, nunca se aburría. Amarla y adorarla cada día más no podía cansarlo. Así era Hugo, un hombre común, enamorado de una mujer especial. Ella era hermosa por donde fuese que la miraran y ella  también lo amaba con locura. Se veían a diario, por lo menos 8 horas diarias tenían que estar juntos. No podía ser menos, porque si no, Hugo no podía concentrarse en su trabajo, se cansaba con más rapidez y su aspecto se veía más demacrado y triste. Ella sin embargo, era una chica especial. Durante el día no siempre podía verlo, a menos que él se tomara un descanso y decidiera dormir una siesta con ella. Le encantaba viajar por el mundo, recorrer lugares, y si Hugo no la acompañaba, tenía que ir sola. Pero sabía que a su regreso, él estaría listo para escucharla contar sus aventuras y todas las cosas nuevas que había conocido.
Solo se tenían el uno al otro, era todo lo que podían desear. Ella era muy solitaria, y Hugo era la única persona con la que podía hablar y por eso nunca se sentía sola. Él, en cambio, estaba siempre rodeado de gente, de amigos, de conocidos, pero en el fondo siempre se sentía solo, porque su alma, su corazón y sus pensamientos le pertenecían solo a ella.
Ella a veces, podía ser un poco cambiante. Cambiaba el color de su pelo cada vez que ella quería, se cambiaba el bello color verde de sus ojos por unos celestes muy luminosos, o en ocasiones, unos café oscuros y profundos, y a veces también cambiaba su nombre. El nombre que más le gustaba a Hugo, era “Sara”, pero de la nada se convertía en Emilia, o en Eugenia, y él se veía obligado en llamarla por su nuevo nombre. A pesar de esto, su forma de ser siempre era la misma, dulce y comprensiva, acogedora, cariñosa y amable. Hugo pensaba que cuando estaba con ella, era como si adquirieran un brillo especial, el cual, se iba apagando a medida que el tiempo separados aumentaba.
Ella cambiaba de nacionalidad constantemente, había nacido en más de seis países distintos, vivió y creció en diez lugares diferentes a lo largo del mundo y había trabajado en más de cien empleos de todo tipo. No envejecía, era como si el pasar del tiempo no le afectara, y por eso, cada día estaba igual de hermosa y alegre.
Se conocieron con Hugo por casualidad, una hermosa noche estrellada, con la luna más brillante que nunca. Al verse por primera vez, ambos supieron que era amor a primera vista. Hace mucho que inconcientemente se buscaban, y por eso al verse, se eligieron sin dudar. Ambos soñaban con casarse, con ser felices juntos, soñaban con la casa, los hijos, el perrito, y llegar a viejitos juntos. Porque su amor era tan puro y tan grande, que no había límites para imaginar un futuro así. Sin embargo, esto no pasaría jamás. Ellos no podían casarse, y nunca iban a poder, nunca iban a cumplir sus sueños. Por el hecho de que era una cosa que carecía de realidad y de fundamento, y más que nada, era un proyecto, un deseo, una esperanza sin probabilidad de realizarse. Por supuesto que esto desanimaba muchísimo a Hugo, y en esos momentos de desaliento, ella siempre estaba ahí para decirle “Todo estará bien, nunca dejes de soñar”. Él le sonreía, incapaz de rebatir sus palabras, y se limitaba a besar sus labios con suavidad para demostrarle que de verdad, todo iba a estar bien.
Nunca…nunca. Esa palabra pasaba por la mente de Hugo. Nunca casarse, nunca tener hijos, nunca verlos crecer, nunca ir a dejarlos al colegio, nunca verlos ir a la universidad, nunca tener la casa soñada, nunca tener el perro gordo y juguetón como los que salen en las películas. Nunca envejecer juntos y ser felices. Solo podían conformarse con el presente que tenían, verse todos los días, enloquecer de amor hasta que los interrumpiera el despertador. ¿De verdad serían felices así? Hugo se lo preguntó un día, y ella respondió con naturalidad: “Eso espero, porque yo nunca me iré”    
Ya no sabía qué hacer, ella ocupaba su mente casi todo el día, por un momento pensó que enloquecía, habló con un psicólogo, y con la respuesta que él le dio, Hugo salió indignado de la consulta pegando un portazo.  “Fantasía. Soñar no cuesta nada” ¿Cómo se atrevía a hablar de esa manera de lo que él más amaba? Llegó rápidamente a casa, con cierto temor de que ella hubiera escuchado la conversación y se hubiera marchado. Apagó las luces, se arropó con las frazadas de su cama y cerró los ojos. Ella no tardó en llegar, le acarició la cara y él abrió los ojos lentamente. Al verla sonrió. Le preguntó si había escuchado, y ella dijo “Si” con un tono de voz apagado y temeroso. Hugo no necesitó preguntar para saber cual era su temor, tomó aire para relajarse y dijo: -No tienes nada por qué preocuparte, yo nunca dejaré de amarte, nunca perderé la esperanza de casarnos y tener todo lo que siempre soñamos, eres lo que más me importa, y por eso nunca dejaré de estar contigo, eres mi sueño hecho realidad, y por eso, nunca dejaré de soñarte amor de mi vida.
Ella podía quedarse tranquila, si él prometía algo lo cumplía. Pero el tiempo es relativo en los sueños, ¿como sabría cuanto iba a durar el “nunca”? 

Para una chica como ella, que solo existía cuando su amado se desconectaba del mundo, no era sencillo sentirse siempre segura. Ella no podía hacer nada si un día él se cansaba y decidía dejar de soñar con ella, si eso ocurría ¿qué pasaría con ella? ¿Dejaría de existir? ¿Sería como morir? No… morir no, porque un sueño no muere hasta que no se hace realidad, pero ella era un sueño que nunca se haría realidad, ¿era inmortal entonces? Hugo existía, ella no. ¿Cómo no sentir miedo sin cualquier día podía aparecer una mujer de carne y hueso, enamorarlo, y robarle sus sueños? Ella nunca estaría completamente segura. Él solo estaba con ella cuando cerraba sus ojos por la noche y comenzaba a soñar, un promedio de ocho horas diarias… el día tiene 24, al menos para él, entonces ¿qué pasaba con esas dieciséis horas  restantes? No se podía hacer nada. Ella solo tenía que tener fe, confiar en Hugo, y en sus palabras… “Nunca, dejare de soñarte amor de mi vida, nunca”.

-Daniela Medina 

Everything is better when you are...

If our destiny is written and he want that we be together, I will open a book in a random page and we'll be there; facts pronoun: Us. I'll give you my wings, although they are a little broken. You are the answer that I hoped so much, to that question that I never did.  You're adorable just the way you are. You saw my demons and then, you learn to frighten them, to make them disappear. I was afraid to love. However, I love you, with the low voice and high beats. I love our love, with laughter, games, jokes, friendship, where you feel a child again without stopping to smile, thinking in that person that will make you feel better. Everything is better when you are.

Jaque Mate

Mi amor, ¿Sabías que siempre fuiste el mejor jugador?
Y bueno, sucede que yo,
Nunca fui buena para los juegos de estrategia ¿Sabes?
Y tú, ya sabías jugar a la perfección desde mucho antes de conocernos.
Como podría haber sospechado siquiera tus jugadas…
Esa precisión… todas esas jugadas certeras….
Hasta este jodido momento en el que me tienes en jaque…
No me daba cuenta que no estaba moviendo correctamente mis soldados
Poniendo mis peones en las coordenadas equivocadas,
Dejando a mi reina expuesta a tus torres y tus caballos,
Y a toda tu jodida artillería,
armada con miradas profundas…
De tus caricias y de tu perfume en mi ropa…
Tus marfiles… -y tu perfil-
que desde un comienzo me amenazaron…
Desde el inicio me advirtieron que harían de mi corazón un prisionero…
Que lo encadenarían junto al tuyo, poniendo un candando.
Y eso que yo ya sabía que solo existían dos llaves para ese candado,
Una de ellas es la que guardas siempre en tu bolsillo izquierdo.
Y la otra… la otra cuelga de mi cuello.
Pues resulta que ya no tengo como defenderme de nada…
Ni de tus besos, ni tus palabras y mucho menos de tu boca…
Tus mejores movimientos son esos, es mas…
de vez en cuando sacas la artillería pesada y me abrazas.
Y si lo pienso bien… tampoco quiero defenderme.
Porque si observo bien el tablero…
 me doy cuenta de que me tienes atada de pies y manos…
Me acorralaste,
 encontraste todos mis puntos débiles
 y ahí precisamente atacaste.
Me doy cuenta de que me has robado mi mayor posesión…
Y es ahí cuando descubro
 que tampoco quiero que me la devuelvas,
Pues te la has ganado con tu plan de juego justo,
 y yo me siento muy bien dejándome llevar por tus caricias…
admitiendo que sencillamente no soy un oponente para ti
y que jamás lo fui.
Así es… me rindo, tu táctica fue demasiado efectiva…
¿No me crees?
Solo tienes que mirarme a mí y mirar el campo de batalla…
Repasa un poco tus jugadas en el campo de juego…
Verás… todas las fichas están a tu favor…
tienes mi corazón entre tus manos…

Y yo… Yo he quedado en jaque mate.

Daniela Medina

domingo, 15 de septiembre de 2013

Tratando de volver...

Hola!! ¿Cómo están? Tanto tiempo que no venía por acá... como dijo mi querida Soun en su última entrada, estoy haciendo todo lo posible por volver. Como verán... he hecho muchos cambios en el diseño, solo estoy tratando de buscar el que más me identifique. Tengo muchas cosas para contar... pero creo que iré revelando cosas a medida que vaya subiendo entradas y si el tiempo me lo permite (Soy la persona mas desorganizada del mundo). De todas formas, les haré una pequeña lista sobre algunas para que ustedes me digan que les gustaría mas: 
- Quiero hacer una sección sobre recetas de cocina. Me encanta cocinar, y me gustaría poder hablar sobre eso. Entregarles tips, lugares de donde sacar ideas, recetas, y algunas preparaciones especiales para aquellas que quieran (o intenten, como yo!) cuidar la línea. 
- Estoy viendo un poco de animé, varias películas interesantes, he leído libros muy buenos también, y me gustaría ir dándoles recomendaciones u opiniones acerca de ellos.
- Me encantan las manualidades, y siempre estoy buscando por el sabio Google nuevas ideas para hacer. Me encantaría compartirlas con ustedes también!
- Me gusta mucho dibujar. De hecho, hago comics con una tableta digital. Tengo en mente hacer historias, con un estilo parecido a los mangas. Aclaro que NO DIBUJO así de genial. De hecho, mis dibujos son mas adecuados para un comic sencillo que para un manga. Sin embargo, como me gusta escribir, quería combinar eso, y hacer historias con mis dibujos. Aquí les dejo algunos de mis dibujos, llevo muy poco tiempo practicando, así que mi objetivo siempre es mejorar.


- La sección de "Mi vida" la usaré básicamente como si fuera un Diario de Vida, iré hablando sobre las cosas que voy viviendo, nada especial.
- Quiero hacer algo así como las chicas que hacen Videoblogs, pero escritos. Sucede que soy de esas personas que les es natural dar consejos, y me gusta escuchar a los demás. Si a ustedes les parece, les propongo que me digan de qué temas les gustaría que hable, aconsejara, o diera mi opinión. Me encantaría hacer un videoblog, pero aún no sé si sería capaz de mostrarme de esa manera frente a una cámara. Tal vez si a ustedes les gusta la idea podría intentar hacerlo.

Tengo mas, pero no quiero alargarme tanto. Espero sus comentarios para saber que opinan! Ahora me iré a revisar sus blogs, comentar, afiliar la gente que me falta, y bueno. Tratar de volver poco a poco...

De paso, aprovecho de invitarlas a participar de esta página: "Hola, soy escritora". Es una página de Facebook que cree con dos amigas, entre ellas, Soun. Publicamos nuestros propios escritos, poemas, reflexiones e historias entre otras cosas. Y por supuesto también compartimos las de otros autores, tanto famosos, como no famosos.

Espero no desaparecerme otra vez por tanto tiempo. Besos a todas!
-Panda que come nutella.

domingo, 21 de abril de 2013

Animé, afiliación, Colegio, rutina.


Hola a todas (os)! Tanto tiempo! Espero que se encuentren todas muy bien!
Lamento mucho el estar tan desaparecida, la verdad no me encuentro muy bien de ánimo y también he estado con muchas cosas que hacer. Este fin de semana me hice un tiempito, así que actualicé mi página de fics: http://miangelitominouattias.jimdo.com/ por si alguien quiere pasar. Y también me dí el ánimo de actualizar por acá.
Les cuento un par de cosas, voy a tratar de hacer como mínimo un post semanal, trataré de organizarme, además mi querida Mio me va a ayudar y me dará algunos “tips” para ir mejorando el aspecto del blog y todo lo demás, ahora me encuentro en proceso de crear una portada! Yey!

Otra cosa, también tiene que ver con Mio jeje. Bueno, resulta que finalmente me convenció de comenzar a ver Animé. Me dio una lista para comenzar, y creo que ahora voy a terminar de ver “Lovely Complex”, la empecé hace tiempo, pero por falta del mismo no la pude seguir viendo, así que ahora quiero continuarla. La verdad, el primer animé que vi fue Elfen Lied y la verdad es que me   encantó *oo*. Después, por recomendación de Mio, vi Tosagare Otome x Amnesia hace un par de días y me enamoré de Yuuko jiji. Así que el otro día me puse a pensar y dije… ¿Porqué no? ¿Qué tendría de malo un vicio mas en mi vida? Jeje.
 
También les quería decir que debido a mi desorden con el blog, la verdad no recuerdo quienes me afiliaron y a quienes me faltaban por afiliar. Si me dejan un comentario les prometo poner su botoncito a penas entre a Blogger, y disculpen por la demora.

Sé que menciono muchas veces a Mío en mis post, así que me parece que sería interesante que les contara sobre ella en una próxima entrada. ¿Les gusta la idea? Así sabrían un poco mas acerca de mí y también por supuesto de ella, ya que hablaré de cómo nos conocimos y bueno… todo lo que ha sido de nosotras hasta ahora, es una historia muy linda –al menos para mí- y me siento muy orgullosa de poder contarla. Pero bueno, si les gusta la idea, también díganmelo en los comentarios.
 
Besooootes!
PD: Me hice un Xiibi jiji se parece bastante a mí! De hecho así me visto! Je! Y "Lali" es como me dicen mis amigas y mi familia, es probable que lo use de seudónimo. 

sábado, 16 de marzo de 2013

Mi último primer día de clases...

Llegó! Finalmente llegó! Mi último primer día de clases en el Colegio Gabriela Mistral. Cuarto año medio, mi último año de colegio, ya ha comenzado. Al llegar, como todos los años, me encontré con mis amigas y mis compañeras, todo agradable y saludé a los profesores que me cruzaba en los pasillos. Luego… tuvimos que aguantarnos el típico discurso de bienvenida de la Inspectora general y la Directora, el cantar el himno nacional fingiendo amor hacia la bandera y repetir como si fuésemos loros el himno cotidiano del Colegio. Es triste que un himno tan lindo, escrito por una mujer tan maravillosa como lo fue la poeta Gabriela Mistral, sea usado todos los días como un método de disciplina, como si les hiciera sentir bien a los demás el vernos repetir sus versos como robots, como seres sin alma, sin si quiera prestarle ni un poco de atención a lo que estamos diciendo. Algo que muchos balbucean solo para que no les llamen la atención… en fin. Lo de todos los años. Luego nos hicieron pasar a nuestras salas. 
(Nota mental: Creo que estamos madurando, con mis amigas ya no corrimos a la sala de clases para agarrar los puestos… Impresionante)
 Una vez allí, entró nuestro profesor jefe con el gran y gordo libro de clases azul con un papel pegado que decía con letras grandes (dice, en realidad): 4to Medio. Desde que lo saludamos, las horas comenzaron a pasar mas lento de lo que me imaginaba, entramos a las 8 de la mañana y por ser primer día salimos a las 13:45. No me imagino como será mañana que tendremos que salir a las 16:15 hrs. Un asco seguramente. *suspira* Pero bueno, nos dieron nuestro horario nuevo, la verdad es un asco, a casi nadie le gustó, a mi tampoco, solo algunos días salvan.
Desde que comenzaron las clases (las cuales no tuvimos por ser primer día, supongo), cada profesor que entraba en nuestra sala de nos bombardeó, literalmente, hablándonos sobre el fin de año, la PSU, la universidad, el preuniversitario, las notas, el futuro y todas esas estupideces que la gente espera que te preocupen con solo 17 años. En mi pequeño mundo… están locos. ¿Cómo esperan que una chica teniendo tan solo 17 años de edad decida lo que quiere hacer con su vida? ¿Decidir sobre su futuro? ¿Acaso están enfermos? En fin, no nos queda otra, así es como son las cosas, y yo, una joven e inocente chica que le gusta leer libros, escribir y ver películas en la cama no va a cambiar nada con un post.

PD: Laaaaaaaaamento con todo mi corazón tener este blog tan abandonado, la verdad que con la vuelta al colegio, los nuevos horarios, algunas tareas, nuevas actividades, nuevo ritmo y todo, me olvidé de hacerme un espacio para darle vida a este pequeño "ciber rincón" que tengo en el mundo que es tan, pero tan mío que lo adoro casi como si fuese mi diario de vida, y al igual que las adoro a ustedes que leen las idioteces que subo :') *Respira*